EL ABRAZO: SALVADOR DE VIDAS


EL ABRAZO:
SALVADOR DE VIDAS
  
Se ha comprobado que todos necesitamos contacto físico para sentirnos bien, y una de las formas más importantes de contacto físico es el abrazo.
  

Cuando nos abrazamos, llevamos vida a nuestros sentidos y reafirmamos la confianza en nuestros propios sentimientos.

Algunas veces NO ENCONTRAMOS las palabras adecuadas para expresar lo que sentimos; en esos momentos el abrazo es la mejor manera.
 

Hay veces, que no nos atrevemos a decir lo que sentimos, ya sea por timidez o porque los sentimientos nos abruman; en esos casos se puede contar con el idioma de los abrazos.

Los abrazos, además de hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad.
 

Provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien abraza y en quien es abrazado.

Acrecienta la voluntad de vivir en los enfermos. Pues debes saber que CUATRO abrazos al día son necesarios para sobrevivir, OCHO para mantenerse y DOCE para crecer como personas.
 
  
¿QUÉ NOS BRINDA UN ABRAZO?
 

PROTECCIÓN:
El sentirnos protegidos es importante para todos, pero lo es más para los niños y los ancianos quienes dependen del amor de quienes los rodean.

SEGURIDAD:
Todos necesitamos sentirnos seguros. Si no lo conseguimos actuamos de forma ineficiente y nuestras relaciones interpersonales declinan.

CONFIANZA:
La confianza nos puede hacer avanzar cuando el miedo se impone a nuestro deseo de participar con entusiasmo en algún desafío de la vida.
 
 
FORTALEZA:
Cuando transferimos nuestra energía con un abrazo, aumentan nuestras propias fuerzas.
  
SALUD:
El contacto físico y el abrazo imparten una energía vital capaz de sanar o aliviar dolencias menores.
 
AUTOVALORACIÓN:
Mediante el abrazo podemos transmitir un mensaje de reconocimiento al valor y la excelencia de cada individuo.
 
  
UN ABRAZO: 
Hace y dice Muchísimo.
Abraza a tu amigo,
abraza a tu ser querido,
abraza a tus niños,
abraza a tus padres,
abraza a tus ancianos,
abraza a tu mascota…

¡ABRÁZALO TODO!  

Y este Abrazote es todo para ti… 

¡DISFRÚTALO!
  
  
RAFAEL IRIARTE TORRES
  
  
Published in: on 13/02/2011 at 1:18 pm  Comments (1)  

EL GUSTO DE VIVIR


«EL GUSTO DE VIVIR»
   

* Felices los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse.
 
* Felices los que saben distinguir una montaña de una piedrita, porque evitarán muchos inconvenientes.
 
* Felices los que saben descansar y dormir sin buscar excusas, porque llegarán a ser sabios. 
 
* Felices los que saben escuchar y callar, porque aprenderán cosas nuevas.
 
 
* Felices los que son suficientemente inteligentes, como para no tomarse en serio, porque serán apreciados por quienes los rodean.
 
* Felices los que están atentos a las necesidades de los demás, sin sentirse indispensables, porque serán distribuidores de alegría.
 
* Felices los que saben mirar con seriedad las pequeñas cosas y tranquilidad las cosas grandes, porque irán lejos en la vida.
 
* Felices los que saben apreciar una sonrisa y olvidar un desprecio, porque su camino será pleno de Sol.
 
 
* Felices los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar, porque no se turbarán por los imprevisible.
 
* Felices ustedes si saben callar y hasta sonreír cuando se les quita la palabra, se los contradice o cuando les pisan los pies, porque el Evangelio comienza a penetrar en su corazón.
 
* Felices ustedes si son capaces de interpretar siempre con benevolencia las actitudes de los demás aún cuando las apariencias sean contrarias. Pasarán por ingenuos: es el precio de la caridad.
 
* Felices sobretodo, ustedes, si saben reconocer al Señor en todos los que encuentran, entonces habrán hallado la paz y la verdadera sabiduría.
 


Published in: on 13/02/2011 at 1:08 pm  Deja un comentario  

EL VALIOSO TIEMPO DE LAS PERSONAS MADURAS


EL VALIOSO TIEMPO DE LAS PERSONAS MADURAS
 
 
MENSAJE DE
 MÁRIO DE ANDRADE
 
(Poeta, novelista, ensayista
y musicólogo brasileño) 
 
“Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora… 
 
Me siento como aquel chico que ganó un  paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
 
Ya no tengo tiempo para reuniones  interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
 
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
 
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
 
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
 
No tolero a maniobreros y ventajeros.
 
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de  sus lugares, talentos y logros.
 
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
 
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
 
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
 
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
 
Sin muchas golosinas en el paquete…
 
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
 
Que sepa reír, de sus errores.
 
Que no se envanezca, con sus triunfos.
 
Que no se considere electa, antes de hora.
 
Que no huya, de sus responsabilidades.
 
Que defienda la dignidad humana.
 
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
 
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
 
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
 
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
 
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
 
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan…
 
Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
 
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
 
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás…”
 
 
 MÁRIO DE ANDRADE
(1893 – 1945)
 
Published in: on 13/02/2011 at 12:53 pm  Deja un comentario  

EL HELECHO Y EL BAMBÚ


EL HELECHO Y EL BAMBÚ
  
Un día decidí darme por vencido…
  
Renuncié a mi trabajo, a mis relaciones, a mi espiritualidad…
  
Quería renunciar a mi vida.
  
Fui al bosque a tener una última charla con Dios.
  
“Dios”, le dije. “¿Podrías darme una buena razón para no darme por vencido?
  
Su respuesta me sorprendió: “Mira a tu alrededor”; Él dijo: “¿Ves el helecho y el bambú?”
 
“Sí” respondí.
 
Y Dios me dijo: “Cuando sembré las semillas del helecho y del bambú, las cuidé muy bien. Les di luz. Les di agua».
 
«El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla del bambú. Sin embargo no renuncié al bambú».
 
«En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante. Y nuevamente, nada creció de la semilla del bambú. Pero no renuncié al bambú” Dijo Él.
 
“En el tercer año, aun nada brotó de la semilla del bambú. Pero no renuncié.” Me dijo.
 
“En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla del bambú. Y no renuncié.” Dijo.
 
“Luego, en el quinto año, un pequeño brote salió de la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante».
 
«Pero sólo 6 meses después el bambú creció a más de 30 metros de altura. Se la había pasado cinco años echando raíces. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.”
 
“No le daría a ninguna de mis creaciones un reto que no pudiera sobrellevar”.
 
Él me dijo. “¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces?” “No renuncio al bambú. No renunciaría a ti. No te compares con otros».
 
«El bambú tenía un propósito diferente al del helecho, sin embargo ambos eran necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso”.
 
“Tu tiempo vendrá. ¡Crecerás muy alto!”
 
“¿Qué tan alto debo crecer? Pregunté.
 
“¿Qué tan alto crecerá el bambú?” Me preguntó en respuesta.
 
“Tan alto como pueda”, contesté.
 
 
Dios nunca renuncia a ti.
No te arrepientas de un día en tu vida.
Los buenos días te dan felicidad;
Los malos te dan experiencia.
La felicidad te mantiene Dulce;
Los intentos te mantienen Fuerte.
Las penas te mantienen Humano;
Las caídas te mantienen Humilde.
El éxito te mantiene Brillante;
Pero sólo Dios te mantiene Caminando.
 
Espero aproveches de esta bonita historia
que me la hizo llegar una gran persona.
 
Con aprecio,
 
RAFAEL IRIARTE TORRES
 
 
Published in: on 13/02/2011 at 12:42 pm  Deja un comentario  

SABIDURÍA POPULAR Y FRASES CÉLEBRES


SABIDURÍA POPULAR
Y FRASES CÉLEBRES
 
 
* Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.
 
* Si te caes siete veces, levántate ocho.
 
* ¿Qué sentido tiene correr cuando estamos en la carretera equivocada?
 
* Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.
 
* Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.
 
* El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.
 
* Añorar el pasado es correr tras el viento.
 
* Cuando el carro se haya roto muchos te dirán por donde no se debía pasar.
 
(Proverbios Anónimos) 
 
* «De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso».
Napoleón I
 
* «Las preguntas no son nunca indiscretas.
Las respuestas, a veces sí».
 Oscar Wilde
 
* «Es menos malo agitarse en la duda que descansar en el error».
Alessandro Manzoni
 
* «Las ideas no son responsables de lo que los hombres hacen de ellas».
 Werner Karl Heisenberg
 
* «Huye de los elogios pero trata de merecerlos».
François Fénelon
 
* «Si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto».
 James Russell Lowell
 
* «El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adonde va».
Antoine de Saint-Exupery
 
* «Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria».
 Mahatma Gandhi
 
* «En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias».
Robert Green Ingersoll
 
* «Como no tenemos nada más precioso que el tiempo, no hay mayor generosidad que perderlo sin tenerlo en cuenta».
 Marcel Jouhandeau
 
* «Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá».
Harold MacMillan
 
 
Published in: on 13/02/2011 at 12:32 pm  Deja un comentario  

EL HERMANO ANIANO DIEZ HH.MM.

RECORDANDO AL
HERMANO MARISTA
ANIANO DIEZ
«UN GRAN MAESTRO»
 
Estos pensamientos se los quiero dedicar al MAESTRO que me enseñó a leer, allá por el año 1971 en el Colegio San Luis «Maristas» de Barranco, el Hermano Aniano Diez. Él fue una muy buena persona y aunque ya era bastante mayor, nunca perdía el buen humor y la paciencia para educarnos.
 
 
Fue mi primer Profesor de Colegio. En esa época al Primer Grado se le llamaba «Transición» y durante todo ese año sólo lo tuvimos a él como nuestro único Profesor. Fue una persona genial. Con mucho carisma (pero también mucho carácter cuando hacía falta), sacó adelante a 51 niños de 6 años. Por aquel entonces no se acostumbraba que hayan auxiliares en las aulas. Con el Hermano Aniano bastaba y de esa manera educó a muchas promociones de niños. Su vida era la enseñanza… hasta que llegó la Reforma Educativa en 1974 y al año siguiente dejó las aulas por no estar de acuerdo con las «Novedades» que traía la famosa reforma.
 
Se quedó viviendo en el Colegio San Luis varios años más. Tenía en el segundo piso de la «parte antigua» un pequeño taller de electrónica en donde se entretenía reparando radios, haciendo transformadores y muchas cosas más. Recuerdo con mucha alegría haberlo visitado muchas veces de niño y más tarde de adolescente. Varias veces me reparó algún juguete, esas radios a transistores que recién salían… y cómo olvidarme de esa vez en el año 79 cuando me sacó de un apuro al arreglar una radio grabadora portatil «moderna» de mi casa, que la había enchufado sin transformador y la había «hecho volar» por meterle 220 voltios. Acudí inmediatamente a él y me dijo que no me preocupe pues aparentemente sólo se había quemado un fusible. Y efectivamente así fue… en mi casa nunca se enteraron de lo que pasó, gracias a la ayuda del Hermano Aniano, que aunque yo estaba en 3ro. de Secundaria, todavía me ayudaba y seguía aprendiendo de él.
 
¡Ah! Me olvidaba…. Nunca me cobró un centavo y se ofendía cuando le preguntaba ¿Cuánto le debo Hermano? Muchas veces lo visitaba en su taller por el sólo gusto de conversar con él. Y yo no era el único. Iban personas de otras promociones…. algunos muchísimo mayores que yo. Siempre me sorprendió su poderosa memoria para recordar a sus exalumnos. Nunca escuché que a un exalumno suyo le diga «¿Cómo te llamas?». No sé cómo, pero recordaba a todos y aunque, según  la costumbre de la época, los llamaba por su apellido paterno, siempre los tenía presente y les preguntaba por sus padres.
 
Tenía un gran carisma y se notaba que quería mucho a sus alumnos y exalumnos. Mi Madre me inclulcó la bonita costumbre de ir a saludarlo por su cumpleaños. Cada 14 de Noviembre lo iba a ver y le llevaba una cajita de caramelos (pues le gustaban mucho los dulces) que mi Madre siempre compraba con mucho cariño. Ahí sí que no me decía nada y aceptada el obsequio con mucha alegría.
 
La última vez que lo visité, yo ya había ingresado a la universidad. Regresando de clases fui al colegio a saludarlo por su cumpleaños y no llevaba regalo alguno. Intenté disculparme por ese detalle y me dijo esto «¿Quieres hacerme un regalo? Pues… haz lo que yo he hecho en mi vida y remplázame, porque ya me queda poco tiempo…». Fueron unas frases enigmáticas para mí y ojalá algún día pudiera decirle al querido Hermano Aniano (cuando nos volvamos a encontrar) que es un reto muy grande el poder intentar siquiera ocupar su lugar. Él fue grande entre los grandes y marcó varias promociones de peruanos que hoy están entre los 43 y 62 años de edad, más o menos.
 
Esa fue la última vez que lo vi. Los estudios universitarios me alejaron del Colegio San Luis. Sabía que su salud no estaba bien y que ya no se le podía ver. Un día del año 85 (aproximadamente) me avisaron que había fallecido. Esa noche en el velorio, que fue en el «San Luis», habían muchos exalumnos que no olvidaban a su maestro, a aquel hombre de bien que nos enseñó las primeras letras.
 
Hoy me acordé del Hermano Aniano. Tal vez porque ayer me reuní con mis compañeros de Promoción y hablamos de él. Tal vez porque leí unos pensamientos (que copio a continuación) que me trajeron a la mente su figura inmortal. Aunque siempre está en mi mente, hoy lo sentí con más fuerza. Y siempre está en mi mente, porque si es que tengo la suerte de poder leer es gracias a él; El Hermano Aniano Diez fue el que me brindó la dicha de ingresar a ese mundo maravilloso que es «LA LECTURA» y nadie puede olvidarse de esos seres abnegados que dedican su vida a enseñar las primeras letras a los niños y que son (creo yo) los profesores más importantes en la vida de un ser humano.
 
Vaya este homenaje no sólo para el Hermano Aniano, sino para todos los Maestros del Perú y del Mundo que por pura vocación (heroica en muchísimos casos) tratan que este planeta sea cada día mucho mejor.
 
RAFAEL IRIARTE TORRES  
  
 
UN HOMBRE ES TAN GRANDE…
 
Una persona es tan grande
como los sueños que sueña.
Una persona es tan grande
como el amor que siente,
como los valores que aprecia
y como la dicha que comparte.
Una persona es tan grande
como las ideas que piensa,
tan grande como el caudal logrado,
como las fuentes en la que se inspira,
y como el discernimiento alcanzado.
Una persona es tan grande
como la verdad que dice,
tan grande como
la ayuda que imparte.
Es tan grande
como el destino que busca…
Como la vida que vive…
Como el ejemplo que imparte.
 
 
Published in: on 13/02/2011 at 12:18 pm  Comments (1)  

DISFRUTA EL PRESENTE "CARPE DIEM"


¡VIVE EL HOY!¡DISFRUTA EL DÍA!
¡DISFRUTA LA VIDA! “CARPE DIEM”
 
“Carpe diem quam minimum credula postero”
(Aprovecha el día,
no confíes en mañana).
 
Esta frase se puede entender como "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". O como me gusta interpretarla a mí: "Vive cada momento de tu vida como si fuese el último de tu existencia".
Ésta fue una frase escrita por el poeta romano Horacio (65 – 8  a.c.) en sus famosas “Odas”, Libro I, poema 11.
 
 
Vive el presente sin pensar en el futuro. Saboréalo, disfrútalo, con calma, sin prisas. Vive para ti, no para el tiempo que ha de venir, para las horas, los minutos, los segundos, que se desgranan inexorablemente uno tras otro. ¡Qué importa! Sólo importas tú.
 
No te apresures, no pienses en lo que has de conseguir; consíguelo poco a poco, paso a paso, sin atosigarte, sin dejar de respirar. Piensa que lo único que importa es lo que estás viviendo, no lo que has de vivir. ¿El futuro? ¡Ya vendrá! ¡Qué espere!
 
 
He recibido un Power Point que quiero compartir con ustedes. Lo  transcribo a continuación, y espero que les agrade.
 
Es un canto a la tranquilidad. Al trabajo sin prisas. A la obtención de rendimiento sin necesidad de ocupar la mayor parte de las horas del día en la consecución de la tarea. No sé quien lo ha escrito pero les recomiendo que lo lean. No se arrepentirán.
 
Rafael Iriarte Torres
 
EL SISTEMA DE PENSAR LLAMADO “SLOWDOWN”
 
Ya voy para 18 años desde que ingresé en la Volvo, una empresa sueca. Trabajar con ellos es una convivencia muy interesante. Cualquier proyecto aquí demora dos años para concretarse, aunque la idea sea brillante y simple. Es una regla.
Los procesos globalizados causan en nosotros (brasileños, argentinos, colombianos, peruanos, venezolanos, mexicanos, australianos, asiáticos, etc.,) una ansiedad generalizada en la búsqueda de resultados inmediatos. En consecuencia, nuestro sentido de la urgencia no surte efecto dentro de los plazos lentos de los suecos.
 
Los suecos debaten, debaten, realizan “n” reuniones, ponderaciones, etc. ¡Y trabajan! con un esquema más bien  “SLOWDOWN” (DESACELERACIÓN).
 
 
Lo mejor es constatar que, al final, esto acaba siempre dando resultados en el tiempo de ellos (los suecos) ya que conjugando la madurez de la necesidad con la tecnología apropiada, es muy poco lo que se pierde por aquí en Suecia.
 
Lo resumo así:
* Suecia es del tamaño del estado de San Pablo (Brasil).
* Suecia tiene tan sólo dos millones de habitantes.
* La ciudad más grande, Estocolmo, tiene apenas 500,000 habitantes (compare con Curitiba, Brasil, donde existen dos millones de habitantes; o tan sólo Mar del Plata, Argentina, ciudad balnearia, donde casi un millón de personas viven permanentemente, o Rosario, Argentina, con tres millones).
 
Empresas de capital sueco: Volvo, Skandia, Ericsson, Electrolux, ABB, Nokia, Nobel Biocare , etc. Nada mal, ¿no? Para tener una idea de la importancia de ellas basta mencionar que Volvo es la que fabrica los motores propulsores para los cohetes de la NASA.
 
Los suecos pueden estar equivocados, pero son ellos quienes pagan mi salario. Por ahora, menciono especialmente que no conozco un pueblo, como pueblo mismo, que posea más cultura colectiva que los suecos.
 
Voy a contarles una historia corta, sólo para darles una idea:
 
La primera vez que fui para Suecia, en 1990, uno de mis colegas suecos me recogía del hotel todas las mañanas. Estábamos en el mes de septiembre; había algo de frío y nevisca.
 
Llegábamos temprano a la Volvo y él estacionaba el auto muy lejos de la puerta de entrada (son 2.000 empleados que van en coche a la empresa). El primer día no hice comentario alguno, tampoco el segundo, o el tercero.
 
En los días siguientes, ya con un poco más de confianza, una mañana le pregunté a mi colega:
 
“¿Tienen ustedes lugar fijo para estacionar aquí?, pues noté que llegamos temprano, con el estacionamiento vacío y dejaste el coche al final de todo…”.
 
Y él me respondió simplemente:
 
“Es que como llegamos temprano tenemos tiempo para caminar, y quien llega más tarde, ya va a llegar retrasado y es mejor que encuentre lugar más cerca de la puerta. ¿No te parece?”
 
Imaginen la cara que puse. Y con ella fue suficiente para que yo revisara en profundidad todos mis conceptos anteriores.
 
 
En la actualidad, hay un gran movimiento en Europa llamado “Slow Food”. La Slow Food International Association, cuyo símbolo es un CARACOL, tiene su central en Italia. Lo que el movimiento Slow Food predica es que las personas deben comer y beber lentamente, dándose tiempo para saborear los alimentos, disfrutando de la preparación, en convivencia con la familia, con los amigos, sin prisa y con calidad.
 
La idea es contraponerse al espíritu del Fast Food y lo que éste representa como estilo de vida. La sorpresa, por tanto, es que ese movimiento de Slow Food está sirviendo de base para un movimiento más amplio llamado Slow Europe como resaltó la revista Business Week en una de sus últimas ediciones europeas.
 
La base de todo está en el cuestionamiento de la “prisa” y de la “locura” generada por la globalización, por el deseo de “tener en cantidad” (nivel de vida) en contraposición al de “tener en calidad”, “calidad de vida” o “calidad del ser”.
 
Según la Business Week, los operarios franceses, aunque trabajen menos horas (35 horas por semana) son más productivos que sus colegas estadounidenses o británicos (que trabajan las clásicas 48 horas semanales). Y los alemanes, que en muchas empresas ya implantaron la semana de 28,8 horas de trabajo, vieron su productividad aumentar en un elogiable 20%.
 
Esa llamada “slow attitude” está llamando la atención hasta de los estadounidenses, discípulos del “fast” (rápido) y del “do it now!” (¡Hágalo ya!). Por tanto, esa “actitud sin prisa” no significa hacer menos ni tener menor productividad.
 
Significa sí, trabajar y hacer las cosas con “más calidad” y “más productividad”, con mayor perfección, con atención a los detalles y con menos estrés. Significa retomar los valores de la familia, de los amigos, del tiempo libre, del placer del buen ocio, y de la vida en las pequeñas comunidades.
 
Del “aquí” presente y concreto, en contraposición contra lo “mundial” indefinido y anónimo. Significa retomar los valores esenciales del ser humano, de los pequeños placeres de lo cotidiano, de la simplicidad de vivir y convivir, y hasta de la religión y de la fe.
 
 
SIGNIFICA UN AMBIENTE DE TRABAJO MENOS COERCITIVO, MÁS ALEGRE, MÁS LEVE Y POR LO TANTO, MÁS PRODUCTIVO, DONDE LOS SERES HUMANOS REALIZAN, CON PLACER, LO QUE MEJOR SABEN HACER.
 
Es saludable pensar detenidamente en todo esto. ¿Será posible que los antiguos refranes: “Paso a paso se va lejos” y “La prisa es enemiga de la perfección” merezcan nuevamente nuestra atención en estos tiempos de locura desenfrenada? ¿Acaso no sería útil que las empresas de nuestra comunidad, ciudad, Estado o país, empiecen ya a pensar en desarrollar programas serios de “calidad sin prisa” hasta para aumentar la productividad y calidad de los productos y servicios sin necesariamente perder “calidad del ser”?
 
En la película “Perfume de Mujer” hay una escena inolvidable en la que el ciego (interpretado por Al Pacino) invita a una muchacha a bailar y ella responde: “No puedo, pues mi novio va a llegar en pocos minutos”. A lo que el ciego responde: “Pero es que en un momento, se vive una vida”, y la saca a bailar un tango. El mejor momento de la película es esta escena de sólo dos o tres minutos.
 
  
Muchos viven corriendo detrás del tiempo, pero sólo lo alcanzan cuando mueren, ya sea de un infarto o un accidente en la autopista por correr para llegar a tiempo. O para otros que están tan ansiosos por vivir el futuro que se olvidan de vivir el presente, que es el único tiempo que realmente existe.
 
Todos en el mundo tenemos tiempo por igual, pues nadie tiene ni más ni menos de 24 horas por día. La diferencia está en el empleo que cada uno hace de su tiempo. Necesitamos saber aprovechar cada momento, porque, como dijo John Lennon, “La vida es aquello que sucede mientras planeamos el futuro”.
 
¡Felicitaciones por haber conseguido leer este mensaje hasta el final! Hay muchos que lo habrán dejado por la mitad para “no perder tiempo” tan valioso en este mundo globalizado.
 
Published in: on 13/02/2011 at 3:11 am  Deja un comentario  

¿QUIÉN ENVOLVIÓ TU PARACAÍDAS?


¿QUIÉN ENVOLVIÓ TU PARACAÍDAS?
(APRENDIENDO A SER AGRADECIDOS)
  
Carlos, era piloto de un bombardero argentino en la guerra de las Malvinas.
  
Después de varias misiones de combate, su avión fue derribado por un misil.
  
Carlos se lanzó en paracaídas, fue capturado y fue a una prisión en un barco británico. A su regreso a Argentina, daba conferencias relatando su odisea, y lo que aprendió en la prisión.
  
Un día estaba en un restaurante y un hombre lo saludó:
  
Le dijo “Hola, usted es Carlos… era piloto en las Malvinas y lo derribaron, ¿Verdad?”. “Y usted, ¿Cómo sabe eso?”, le preguntó Carlos.
  
El desconocido le respondió: “Porque yo siempre doblaba su paracaídas. Parece que le funcionó bien, ¿Verdad?”.
  
Carlos casi se ahogó de sorpresa y con mucha gratitud le respondio:
  
“Claro que funcionó, si no hubiera funcionado, hoy yo no estaría aquí.”
  
Estando solo, Carlos no pudo dormir esa noche, meditando:
  
Se preguntaba: «¿Cuántas veces vi en el portaviones a ese hombre y nunca le dije aunque sea ¡Buenos días!?. Yo era un arrogante piloto y él era un humilde marinero.”
  
  
Pensó también en las horas que ese marinero pasó en las entrañas del barco enrollando los hilos de seda de cada paracaídas, teniendo en sus manos la vida de alguien que no conocía.
  
Ahora, Carlos comienza sus conferencias preguntándole a su audiencia: «¿Quién empacó hoy tu paracaídas?”.
  
Todos tenemos a alguien cuyo trabajo es importante para que nosotros podamos salir adelante. Uno necesita muchos paracaídas en el día: uno físico, uno emocional, uno mental y hasta uno espiritual.
  
A veces, en los desafíos que la vida nos lanza a diario, perdemos de vista lo que es verdaderamente importante y a las personas que nos salvan en el momento oportuno sin que se los pidamos.
  
Dejamos de saludar, de dar las gracias, de felicitar a alguien, o aunque sea, decir algo amable sólo porque sí.
  
Hoy, esta semana, este año, cada día, trata de darte cuenta quién empaca tu paracaídas, y agradécelo.
  
Aunque no tengas nada importante que decir, envíale este mensaje a quien o a quienes alguna vez lo hicieron.
  
Y también mándaselo a quienes todavía no lo han hecho.
  
Las personas a tu alrededor notarán ese gesto, y te lo devolverán empacando tu paracaídas con ese mismo afecto.
  
Todos necesitamos de todos, por eso demuéstrales tu agradecimiento.
  
A veces las cosas mas importantes de la vida solo requieren de acciones sencillas.
 
Sólo una llamada, una «Sonrisa», un «Gracias», un «Te Quiero», un «Te Amo». No se necesita más.
 
¡Gracias por todos los favores que, sin merecerlos, recibí de ti y nunca te agradecí!
 
¡Que Dios te bendiga abundantemente!
 
¡Qué la fuerza te acompañe siempre!
 
Rafael Iriarte Torres
 
BASADO EN EL RELATO DE CHARLES PLUMB,
(VETERANO DE LA GUERRA DE VIETNAM).
 
 
Published in: on 13/02/2011 at 2:18 am  Deja un comentario